La Industria Química continúa consolidándose como uno de los sectores claves de la economía española. Sus más de 3.000 empresas, con una cifra de negocios conjunta superior a 63.000 millones de euros, generan hoy el 12,8% del producto industrial bruto, y 660.000 empleos directos, indirectos e inducidos.
La Industria química española, integrada por las actividades químicas y farmaquímicas, constituye un sector esencial para las economías avanzadas y, consecuentemente, para la española. Su actividad genera directa e indirectamente el 5,6% del PIB nacional y da empleo al 3,5% de la población activa ocupada.
Precisamente en una etapa en el que la crisis, más allá de la destrucción de empleo, ha provocado una elevada precarización laboral -que sin duda constituye uno de los problemas fundamentales de nuestro país-, destaca la calidad del empleo directo que genera el sector, tanto por la estabilidad -94% de contratos indefinidos-, como por el nivel de retribución -37.618 euros por trabajador y año por la indispensable inversión en formación -248 euros anuales por empleado-.
Simultáneamente, la calidad laboral se traduce en la alta contribución fiscal que aportan las empresas y trabajadores del sector, ya que vía IRPF y cotizaciones se superan contribuciones superiores a los 20.000 euros por empleado y año.
Dos factores continúan siendo claves en el futuro de la industria química: su capacidad exportadora y su liderazgo innovador. En el primer caso, el sector es ya el segundo mayor exportador de la economía (por CNAE) y destina a mercados exteriores el 56% de la producción. Por lo que respecta a la innovación, la química lidera la inversión y el gasto en I+D+I en España, así como la contratación de personal investigador.